jueves, 23 de septiembre de 2010

yasmin

ORDEN

El orden es un valor que se aprende en el hogar y nos acompaña para toda la vida. Hay quienes son ordenados por naturaleza, pero para otros el orden es un valor que se debe adquirir. De cualquier forma, el orden es indispensable para triunfar en la vida y de ahí la importancia de educar a los hijos desde muy pequeños en este valor.
Cuando hablamos de orden, no nos referimos solamente a la organización de las cosas materiales en nuestro hogar o espacio de trabajo. Somos también ordenados en la forma en que conducimos nuestra vida, en la forma de organizar nuestras ideas y hasta en nuestra presentación personal.
Para adquirir este valor es necesario poner en marcha la fuerza de voluntad en pequeños detalles, que en su conjunto, forman hábitos de orden. Así cuando se les enseña a los niños a ser organizados en su pequeño mundo, aprenderán a ser adultos estructurados y al mando de su propia vida.

Responsabilidad de los padres

Para educar en el orden es vital el buen ejemplo de los padres. En un hogar donde no existen normas claras, donde el desorden reina en cada rincón, es muy probable que los niños crezcan sin saber qué es ser ordenado. Pero si los padres mantienen su habitación ordenada, así como una presentación personal intachable, los niños aprenderán de ello como el modelo a imitar.
El orden en los niños debe comenzar desde que están en capacidad de recoger sus juguetes luego de utilizarlos; así, a medida que crecen, se les da responsabilidades para mantener orden no solo en su habitación, sino en el resto del hogar.
Y aunque no hay fórmulas exactas, cada familia debe organizarse según sus necesidades y circunstancias para educar en el orden: las tareas que se asignan a cada hijo deben ser individualizadas; una táctica es redistribuir algunos de estos encargos cada semana con el fin de evitar la creencia de que un hermano trabaja más que el otro.

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